Visceral regreso a la cartelera del teatro en la Ciudad de México y nosotros no quisimos perder esta oportunidad de volverla a ver y extenderles esta invitación a no perdérsela...
En una mañana de invierno, la protagonista nos hace un recuento de su vida y nos muestra las atrocidades que conlleva vivir en este país, contándolo de una manera Visceral.
Dramaturgia: Adrián Vázquez*. Dirección: Adrián Vázquez. Elenco: Verónica Bravo
Nuestra reseña...
VISCERAL
Un sillón rojo recibe toda la iluminación del foro, lo demás es desnudez, austeridad. Entonces Verónica empieza la primera de una larga letanía de quejas que van desde los detalles más burdos a los malestares más callados.
Es difícil seguirle el paso, por no decir agotador. Verónica es una de esas personas tóxicas que terapeutas y astrólogos aconsejan mantener a raya, y sin embargo varias de sus quejas son tan legitimas que es imposibles ignorarlas.
Ella está claramente molesta y una parte fundamental de este explosivo malestar se encuentra anclada en las figuras masculinas que rigen su vida, empezando por su papá. Aquí valdría la pena traer a cuenta ese argumento que responsabiliza a las mujeres de criar machos.
La crianza en primer lugar, debería ser una responsabilidad ética y moral compartida, cuando la balanza de dicha responsabilidad se inclina hacia las mujeres, estamos hablando de injusticia. Eso sin mencionar que la ausencia, la infidelidad, el abuso y los comportamientos violentos también educan. Verónica lo sabe bien, por eso no puede reprimir el profundo resentimiento que hacia su padre tiene.
Ese resentimiento será el punto de partida de sus relaciones con los hombres. Me recordó La teoría de King Kong de Virginie Despentes, un monologo basado en la honestidad de la entraña, el papel del deseo, el sexo, la pornografía, el uso de poder en las relaciones entre los géneros. Que Visceral sea de la autoría de Adrián Vázquez, nos habla de su inmensa capacidad de empatía, eso sin demeritar su calidad literaria, porque a diferencia del texto de Despentes, Vázquez apela al desnudo más difícil de lograr, y es ese que tiene que ver con la afectividad, con la vulnerabilidad que implica reconocer el origen del dolor y por ende del miedo.
En términos técnicos, Verónica Bravo logra conmover a su audiencia transportándola de la ira, al llanto convirtiéndose en sí misma una de las mejores actrices jóvenes del momento, habrá que echar un ojo a su trayectoria, por lo menos yo, siempre que veo su nombre en los programas de mano acepto ya que ella es en si misma sinónimo de calidad actoral.
Lo que vuelve lógico que protagonice de un texto de Adrián Vázquez, una figura bastante consolidada en la escena teatral mexicana.
Visceral se presenta los lunes a las 20:30 horas hasta el al 21 de octubre de 2019. en el Foro La Gruta del Centro Cultural Helénico, ubicado en Avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn. Duración aproximada: 70 minutos. Clasificación: A partir de 15 años. Entrada general $250.